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La lección que nunca aprenderán los traidores

Publicado: 2010-11-08

El 1º de Noviembre recordamos el natalicio de uno de los más grandes líderes del aprismo y de la democracia peruana: Manuel Seoane Corrales. Revolucionario a carta cabal y orador de polendas sin par, parlamentario de lujo y sobre todo consecuente con la doctrina que abrazó con transparencia desde los días aurorales del APRA. Virtualmente empujado a alejarse del partido aprista por obra de quienes, como ahora, les interesa más la prebenda y la dádiva de los poderosos que el sostenimiento de un ideal que reclama siempre sacrificios y privaciones. Dueño de una vida austera y de una gran cultura que puso al servicio de la causa del pueblo, ejerció la docencia política que en la actualidad se extraña cuando su ausencia se resalta en el contraste con los pigmeos politicastros que juegan a ser grandes sin ostentar el mínimo de requisitos de los que aspiran a encontrar la gloria, reduciéndose a escombros humanos que no recogerá la historia, a lo sumo el basurero de la misma.

Ese infinito dolor de tener que alejarse del movimiento que ayudó a conducir con valentía y honestidad, aceleró su muerte acaecida poco más tarde el 10 de Setiembre de 1963. Fue bautizado como “El Cachorro” por la sabiduría del pueblo que lo amó en la convicción de que era el llamado a suceder a Víctor Raúl en la dirección del partido, pero la envidia, la ignorancia y la traición pudieron más en sus nefastos y pérfidos propósitos, dejando  el aprismo de contar con el más valioso de sus dirigentes.

Siendo un adolescente asistí a sus exequias, que fue multitudinaria y sentida donde se cantó “la marcha a los caídos” con indescriptible sentimiento de dolor sólo igualable al expresado por la muerte de Haya de la Torre.

Me siento tentado de seguir escribiendo en muchas páginas la personalidad y biografía de este gran aprista, anhelo que me reservo para otra oportunidad en la que pueda a su vez señalar el gran significado de sus escritos como de sus intervenciones, polémicas y conferencias cargadas de afirmación, derrotero y esperanza. Pero en esta oportunidad quiero transcribir el memorándum que Seoane enviara a la dirección del partido aprista el 26 de Setiembre de 1962,  casi a un año de su fallecimiento, en un contexto muy parecido al actual y en el cual se encuentran inmersos sus ilegales y felones dirigentes. Documento que me releva de mayores comentarios en la seguridad que es el mejor hierro candente que herirá sus conciencias tenebrosas. Dicho documento lo he extraído de la obra “El Sectario” escrito por Luis Felipe de las Casas en 1981.

MEMORANDUM

26 DE SETIEMBRE DE 1962

1.- La Comisión Política – con cuatro presidentes también – debe ser un organismo consultivo, según el Estatuto del Partido. No abundan los ejemplos sobre la efectividad de esta misión asesora. En general el jefe del partido o el secretario del CEN, a veces obligado por las circunstancias y otras no, se pronuncian según su propia inspiración. Es, por tanto un organismo nominal.

2.- El Local Central del Partido se utilizó – contra la opinión del Sindicato de Abogados Apristas – para realizar inscripciones electorales que dieron margen a un proceso judicial. Este acto irresponsable desencadenó una ruda campaña en contra nuestra y fue el eslabón de la cadena de hechos que produjeron el golpe militar, y que le han costado al Partido la pérdida del poder. Ni siquiera se ha abierto investigación para determinar a los culpables y sancionarlos. El acto punible permanece impune.

3.- Vuelven a producirse movimientos de aproximación a fuerzas políticas retardatarias, representativas del rezago y primitivismo político, en especial la Unión Odriista. Si ayer, frente a la amenaza del golpe, el amargo paso fue casi impuesto por los hechos, hoy no existen ningún justificativo de entendimiento con el dictador que más persiguió al Partido. En tanto la UNO alardea de su antiaprismo genérico y en particular su rechazo al Jefe del Partido, el aprismo formula declaraciones complacientes, sin explicar como se produjo la renuncia de Haya de la Torre, y sin marcar las barreras que distinguen y separan a ambos movimientos.

4.- Quizá por la intervención plural y autónoma de sus varios colaboradores, “La Tribuna” no juega el papel director que le corresponde en las circunstancias. Ensancha en vez de acortar, el abismo que separa al Partido de las Fuerzas Armadas. La única vaya entre el aprismo y el poder es está injusta y errada incomprensión. La necesaria actitud constitucionalista opositora no debe llevar a un antimilitarismo indiscriminado, que esta fortificando, en las FF.AA. ,  un espíritu de cuerpo decididamente hostil al Partido.

5.- Se ha lanzado de hecho, la candidatura del Jefe del Partido a la Presidencia de la República, sin reunión de la Comisión Política, sin aprobación del CEN, sin voto de Convención o Congreso. Esta actitud evidencia el nominalismo de las Instituciones partidarias, rebasadas, de facto, por quienes usan su voluntad de imposición, creando hechos consumados.

6.- En las actuales circunstancias, lanzar a Haya de la Torre como candidato presidencial es enviarlo o exponerlo a un fracaso, que no se merece el Jefe del Partido a esta altura de su vida y su prestigio. En 1962 obtuvo solo un tercio de los votos con posiciones políticas favorables, arrastrando la corriente que siempre acompaña al favorito, sin resistencia enconada de las autoridades, etc. Esta es una realidad. En 1963 se luchará contra la influencia del gobierno, contra el temor de la gente, y con la difundida convicción de que su victoria engendraría un nuevo golpe militar. ¿Cómo vencer la resistencia implícita de quienes diciendo “a Haya no lo dejan subir los militares” votarán por otro candidato, deseosos de certidumbre y de seguridad?

7.- Si se produjera la victoria de la candidatura de Haya, volvería a plantearse el problema de 1962. Habría fuerte opinión apasionada adversa, de carácter civil. Y la abierta negativa a entregar el poder de parte de esta Junta Militar, que habiéndose formado en su contra no se entregaría indefensa ante su víctima, o de otra Junta que engendrarían las circunstancias. Es un error político no sopesar la oposición militar o ponerle retóricas románticas, y no aminorar esta eventualidad, dejándola crecer, al contrario, con sucesivos hierros psicológicos. Tal insistencia comporta, realistamente, frente a los deberes con el pueblo, abrir involuntaria y paradójicamente las puertas al retorno o la perpetuación del militarismo en el poder, con todas las penosas consecuencias del sacrificio para el desarrollo democrático, social y económico del Perú.

8.- La revolución cubana se ha desviado y el imperialismo chino – soviético, ha convertido la isla en una base. Se impone, obviamente, una política defensiva, de acuerdo con los Tratados Internacionales. Pero una política de intervención bélica individual o colectiva, es otra cosa. Nuestro pueblo rechaza sentimentalmente la idea de enviar soldados peruanos a combatir en Cuba y condenaría una guerra contra ella, no provocada. Además, necesitando en el Perú cambios profundos que pueden afectar el egoísmo o la voracidad de grandes empresas norteamericanas establecidas en el país, es sentar un precedente, peligroso y funesto, auspiciar o sostener, por el Partido, que corresponde a una intervención armada en Cuba, pues, en cualquier emergencia de tensión social, podría invocársele.

9.- El anticomunismo aprista data del origen del Partido, y fue siempre una expresión de discrepancia ideológica en amparo de las libertades del hombre y de su dignidad, el aprismo combate al comunismo, lo hace en apoyo de los pobres y de su opción a construir una sociedad justa sin menoscabo de sus derechos. No puede pues homologarse con el anticomunismo de los ricos en terca y codiciosa defensa del injusto estado social presente. La campaña anticomunista indiscriminada dio efectos contrarios en las elecciones de 1962. Quienes desconfiaron de su veracidad, no votaron por el Partido, y quienes se impresionaron con ella, votaron por Odría, estimando que un militar es la mejor defensa contra los rojos.

10.- Es, además, contraproducente y nocivo que, luego de proclamar un anticomunismo intransigente, se auspicie o permita, dentro del campo universitario, una alianza tácita o expresa con grupos comunistas.

11.- Se ha otorgado responsabilidades directivas, en altos organismos del Partido, sin cautelar en varios casos, el prestigio moral del movimiento. Así mismo no se ha respetado disposiciones sobre antigüedad para el ejercicio de determinados cargos. En su espíritu y en su letra, el Estatuto ha sido vulnerado.

12.- Es dañina, social y políticamente, la actitud silenciosa o ambigua del Partido frente a los problemas económicos y sociales más tensos del país. Es un error no precisar con claridad la posición renovadora distinta, creadora, de lucha y de izquierda, que el Partido debe adoptar. Una estrategia reptante y melosa, puede hacer que atrape adversarios e incautos. Pero nos caudalosa y fuerte, capaza de crear la voluntad de transformación que las necesidades del país demandan.

 Manuel Seoane

 Lima.02 de Noviembre del 2010

Jesús Guzmán Gallardo


Escrito por

rescateaprismo

NO SEAMOS CÓMPLICES MUDOS, SORDOS, DE HECHOS VERGONZOZOS, QUE ESTAN DEBILITANDO MORTALMENTE AL PARTIDO. SOLO LA NUEVA JUVENTUD SALVARA AL APRISMO


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Al Rescate del Aprismo

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